Alquileres y casas de vacaciones en Gracia

Una visita a Gràcia nunca será completa sin acercarse a conocer el mundialmente conocido Parque Güell. Este maravilloso jardín, obra del genial Antoni Gaudí, corona Barcelona combinando naturaleza y una arquitectura delirante de líneas curvas y mosaicos imposibles. Bajando la ladera del Monte Carmel está el núcleo antiguo de Gràcia (calle Gran de Gràcia, plaza del Sol o la del Diamante) donde los comercios tradicionales conviven con otros de moda y en el que el trasiego de gente de todo origen y condición es constante. Al llegar agosto, Gràcia celebra sus fiestas mayores: el barrio se engalana (cada año con un motivo) con adornos elaborados por los propios vecinos y las calles compiten entre sí para ver quién consigue la decoración más original. La música llena los rincones y gente de toda Barcelona acude para la ocasión. Por lo demás, el distrito más bohemio de Barcelona tiene numerosos edificios modernistas muy interesantes, testigos de la pujanza económica y cultural de la ciudad durante finales del siglo XIX y principios del XX.

Su carácter cosmopolita convierte a Gràcia en un microcosmos gastronómico donde es posible encontrar especialidades de todo el mundo, desde comida afgana a platos de la Polinesia. Pero Gràcia es también castiza y desenfadada, por lo que un buen “entrepans” con una cerveza (la cerveza local “Moritz” es muy recomendable) en buena compañía será más que suficiente para sacarle todo el jugo al barrio. También es posible encontrar cocinas antiguas en las que las especialidades tradicionales catalanas, como el “cap i pota” (un copioso puchero para los meses de invierno) o la refrescante escalivada están a la orden del día. Y después de cenar, el barrio tiene sus propios lugares de culto para tomar unas copas, como el veterano JazzMan Club, que cuenta con música en directo o el Elephanta, famoso por su gran variedad de gin tonics.