Alquileres y casas de vacaciones en Benalmádena

Benalmádena forma parte de la conurbación de la Costa del Sol, una línea ininterrumpida de casas, hoteles y apartamentos de más de 100 km de longitud. La ciudad de Benalmádena consta de 3 partes bien diferenciadas: Benalmádena Pueblo, Arroyo de la Miel y Benalmádena Costa. Benalmádena Pueblo es un encantador pueblo andaluz encaramado en las estribaciones de la Sierra de Mijas, con casas encaladas, balcones con geranios y placitas empedradas con impresionantes vistas al mar. Benalmádena Costa se extiende a lo largo de la playa, entre Torremolinos y Fuengirola, y tiene su centro en “Puerto Marina”, una exclusiva urbanización donde además de barcos, se concentran los bares, las tiendas y restaurantes de todo tipo. Arroyo de la Miel está entre ambos núcleos y tiene un marcado carácter residencial. Es aquí donde se encuentra el famoso parque de atracciones “Tivoli World”, que lleva desde 1972 entreteniendo a familias de todo el mundo.

Benalmádena goza de un clima que permite disfrutar de sus extensas playas de arena casi todo el año. Entre las más populares se encuentran la de Torre Bermeja y la de Bil Bil. Cuenta, además, con una infraestructura de ocio envidiable: discotecas, bares, restaurantes, un parque de atracciones, un acuario… Las opciones son interminables. Muchas de ellas las encontramos junto a “Puerto Marina”, un puerto deportivo con una arquitectura muy singular. Allí encontramos “Sea Life Benalmádena”, un acuario donde los más pequeños podrán conocer la fauna marina local o incluso ver tiburones. Para los amantes de las alturas, desde Arroyo de la Miel, junto al parque de atracciones “Tivoli World”, sale un teleférico que lleva hasta el cerro de Calamorro y desde el que se tienen unas vistas impresionantes de la Costa del Sol. Para disfrutar de la naturaleza, lo mejor es pasear por el precioso Parque de la Paloma, un exótico jardín que cuenta también con un delfinario. Otras de las peculiaridades que encierra Benalmádena son un templo budista o un castillo historicista dedicado a la figura de Cristóbal Colón.

Benalmádena puede presumir de tener una de las ofertas gastronómicas más variadas de la Costa del Sol. Hay de todo y para todos los gustos y presupuestos: desde los clásicos chiringuitos donde disfrutar del famoso “pescaíto frito” malagueño o unos sabrosos espetos de sardinas a restaurantes de cocina de autor. Especialmente recomendable es “El Balcón”, en Benalmádena Pueblo. Se trata de un restaurante operado por los alumnos de la Escuela de Hostelería “La Fonda”. Por menos de 30 euros se puede disfrutar de un menú de alta cocina completo. Sólo abre para el almuerzo y hay que reservar con antelación. Otro clásico de Benalmádena es “La Perla”, que presume de una cocina honesta y de altísima calidad. Para quienes prefieran disfrutar de platos internacionales, en Puerto Marina y a lo largo del paseo marítimo encontrarán cocina china, mexicana, japonesa etc. además de infinidad de sitios para tomar una copa tras la cena. Y si se quiere continuar con la noche, en los alrededores de la Plaza Solymar hay un gran número de discotecas y clubes que abren hasta el amanecer.

Como ocurre con el resto de la Costa del Sol, Benalmádena goza de unas comunicaciones envidiables. Además de un servicio de autobuses que conectan la localidad con Fuengirola y Marbella hacia el oeste y Torremolinos y Málaga hacia el este, la ciudad cuenta con una red de autobuses urbanos que van desde Benalmádena Pueblo, en la montaña, a Arroyo de la Miel y Benalmádena Costa. Dispone además de una línea de cercanías (C1) que ofrece conexiones a Málaga en poco más de media hora y al aeropuerto en apenas 20 minutos. La vecina ciudad de Fuengirola está a 10 minutos en cercanías. En Puerto Marina se pueden alquilar además embarcaciones de recreo y hay un servicio de barco que llega al puerto de Málaga en una hora y desde donde se pueden avistar delfines. Pero sin duda, el medio de transporte más original de Benalmádena es su teleférico, que conecta Arroyo de la Miel con el cerro de Calamorro y brinda unas vistas sencillamente espectaculares.