Madrid ha servido como escenario de infinidad de obras literarias, en las que se dibuja la villa con el paso del tiempo. En Wimdu hemos seleccionado seis libros escritos en los siglos XIX, XX y XXI que se desarrollan en Madrid y hemos creado rutas literarias por toda la ciudad.
Es posible navegar por el mapa interactivo con el ratón para acercarse y alejarse y, además, al pinchar en el icono de arriba a la izquierda, se pueden seleccionar o quitar las casillas con las rutas propuestas, para poder ver asà el número deseado de ellas. Asimismo, al pinchar en cada letra aparece una cita de la obra en cuestión en la que se mencionan los sitios marcados y una fotografÃa del aspecto actual del lugar. Si quieres ver el mapa más grande, pincha en el icono en la esquina superior derecha. Hay más información de cada obra más abajo.
Disfrútalo: viajar y leer nunca han estado más unidos.
En las citas del mapa se puede observar cómo la capital española ha sido durante siglos escenario de diferentes momentos históricos y cambios sociales, los cuales han querido plasmar sobre el papel escritores procedentes de todos los rincones del paÃs. Resulta interesante analizar las diferentes costumbres de los personajes en ciertos puntos de la ciudad, como la prohibición de que las parejas se abracen en público descrita en La voz dormida, de Chacón, con la antigua estación de Delicias de fondo. Se aprecian también los negocios tradicionales y familiares de barrio, como la tienda de tubos en la calle de la Magdalena que describe Galdós en Fortunata y Jacinta o la de lavabos en la calle de Sagasta de la que habla Cela en La Colmena. Algunos lugares emblemáticos ya han desaparecido, como el Café de Fornos, famoso por sus tertulias literarias, al que acuden los personajes de El árbol de la ciencia (Baroja), hoy reconvertido en un Starbucks. A su vez, otros lugares fantásticos son hoy en dÃa ciertamente sÃmbolos de la ciudad, como la inventada “buñolerÃa modernista” de Luces de bohemia (Valle-Inclán), que en realidad es la imprescindible y siempre concurrida chocolaterÃa San Ginés. La ciudad y la literatura se casan en estas obras, creando momentos tensos, pasionales, divertidos o tristes. En todo caso, como le ocurre al abuelo de la protagonista de El corazón helado (Grandes), Madrid es una ciudad para querer y echar de menos.
Por último, ofrecemos un breve comentario de las obras que aparecen en el mapa.
Fortunata y Jacinta (Benito Pérez Galdós, 1887)
Aunque naciera en Las Palmas de Gran Canaria en 1843, Galdós basó gran parte de sus novelas en Madrid, retratando la España de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX de una manera profunda y, hay que reconocerlo, algo espesa. Su obra se encuadra en el Realismo y se le considera uno de los mejores escritores españoles de todos los tiempos. La capital española tiene un peso tan magno en su obra, que existe la expresión Madrid galdosiano, equiparable al ParÃs de Balzac y al Londres de Dickens.
Fortunata y Jacinta está protagonizada, como su propio nombre indica, por personajes femeninos, algo muy común en la obra de Galdós, que colocó a muchas mujeres en el primer plano como personajes centrales de sus novelas, en obras como Tormento, Marianela y Misericordia. Fortunata y Jacinta se relacionan la una con la otra a través de Juan Santa Cruz, el hombre con quien ambas mantienen una relación amorosa. La obra crea un universo muy detallado, tanto que alrededor de los personajes principales hay más de un centenar de secundarios, en un Madrid marcado por acontecimientos históricos de gran relevancia sucedidos entre 1869 y 1876: los últimos coletazos de la Revolución de 1868, el Reinado de Amadeo I de España, la Primera República, los golpes militares de Pavia y MartÃnez Campos y la Restauración. En los años 80 se hizo una miniserie basada en este libro.
El árbol de la ciencia (PÃo Baroja, 1911)
PÃo Baroja nació allá por 1872 en San Sebastián, en el seno de una familia acomodada y estrechamente relacionada con el periodismo. Cuando tenÃa tan solo siete años, su familia se trasladó a Madrid, donde empezó a conocer a fondo la capital española. VivÃan concretamente en la calle Fuencarral y luego en la calle del EspÃritu Santo, algo curioso si se tiene en cuenta que la ruta trazada en nuestro mapa basada en su obra pasa muy cerca de estas calles tan céntricas, lo que demuestra la relación del escritor de la Generación del 98 con Madrid.
En El árbol de la ciencia, Baroja narra la historia de Andrés Hurtado, en una novela narrativa y filosófica en la que se retrata fielmente el Madrid de finales del siglo XIX. El autor es pesimista con lo que ocurre en el paÃs durante esa época, dibujando un retrato agrio, incómodo y áspero de la situación. Como el escritor donostiarra, Hurtado estudia en el instituto San Isidro, en el barrio de La Latina, y luego Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. Los personajes de esta obra semiautobiográfica trasmiten las angustias de la época y el desasosiego de un modo magistral.
Luces de bohemia (Ramón MarÃa del Valle-Inclán, 1924)
Ramón MarÃa del Valle-Inclán nació en un municipio pontevedrés en 1866. Su obra se encuadra dentro del Modernismo y su mayor logro literario es la creación del estilo que él mismo denominó Esperpento, que consiste en buscar el lado cómico hasta en las circunstancias más trágicas. Después de estudiar Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela (sin llegar a terminar la carrera), pasó su primera estancia larga en Madrid, donde acude a varios cafés literarios con asiduidad, reuniéndose con escritores como Baroja. Pasó el resto de su vida cambiando de residencia entre Pontevedra, Madrid y México. En su segunda etapa en Madrid, después de ser funcionario con un sueldo fijo, decidió dejarlo todo para dedicarse a la literatura y a la interpretación, llevando asà una vida bohemia.
Luces de bohemia nació siendo un ejercicio literario que salió por fascÃculos en un diario en 1920, pero se publicó con su forma definitiva en 1924. La obra de teatro (que se ha representado en infinidad de escenarios durante décadas y décadas) está protagonizada por Max Estrella, que recorre durante una noche las calles de Madrid, en concreto Sol y Huertas, junto con Don Latino de Hispalis, en un retrato ciertamente esperpéntico del Madrid más bohemio y, a la vez, representando situaciones extravagantes. Los personajes viven en la desesperanza de un paÃs hundido durante la época de la Restauración.
La colmena (Camilo José Cela, 1951)
El Nobel de Literatura Camilo José Cela nació en La Coruña en 1916, en una familia adinerada. Cuando tenÃa nueve años, su familia se trasladó a Madrid, y más adelante Cela, como Baroja, estudió en el instituto San Isidro de Madrid y comenzó la carrera de Medicina. Pronto comenzó a interesarse en escribir literatura, mientras se dedicaba a otras labores para tener un sueldo fijo. Su estilo se enmarca en el Tremendismo y el Realismo Social.
La colmena también fue censurada por la España franquista, pero Cela consiguió editarla en Buenos Aires. Comenzó a escribir el libro en Madrid, ciudad que tomó como escenario (y en la que, por cierto, muriera en 2002). Las diferentes historias que se entremezclan entre sus páginas se desarrollan en infinidad de calles de Madrid, algunas de las cuales no se encuentran en este mapa, como Manuel Silvela, Ventura de la Vega o Luchana, con la ficción centrada entre el sur del castizo barrio de Chamberà y la calle Atocha. Con una narrativa ágil y minuciosa, esta obra maestra basa las relaciones entre un entramado de unos trescientos personajes (en su mayorÃa, de clase media baja), que se mueven por espacios múltiples, en los que las calles de Madrid sirven como lugares de paso, con un telón de fondo de una ciudad tremendamente afectada por la posguerra. El magnÃfico Mario Camus realizó la versión cinematográfica en 1982.
La voz dormida (Dulce Chacón, 2002)
La novelista y poetisa pacense Dulce Chacón, nacida en 1954, comenzó a tener un reconocimiento sólido tan solo un año antes de su muerte prematura gracias a La voz dormida, a partir de la cual Benito Zambrano rodó una pelÃcula homónima en 2011. Chacón vivió en Madrid desde los once años, puesto que su familia decidió trasladarse a la capital. Desde hace más de una década, el Ayuntamiento de Zafra, su ciudad natal, de donde es además hija predilecta, concede el Premio Dulce Chacón de Narrativa Española cada año.
Chacón pasó cuatro años documentándose y escribiendo La voz dormida, que narra las penurias en la cárcel de mujeres de Ventas, al este de Madrid, durante los duros años cuarenta, con una España hundida por la posguerra y la represión franquista. Otro espacio madrileño predilecto en la novela es la esquina de la calle Relatores y la calle Atocha, donde hay un pequeño hostal en la ficción. Los personajes, basados en personas reales con historias tan cruentas que la autora decidió suavizar, recorrerán las calles colindantes en búsqueda de libertad, de respuestas y de justicia. La voz dormida es una novela dura, con escenarios tristÃsimos como el Ministerio de la Gobernación (donde se realizaban torturas franquistas) o el cementerio de la Almudena, pero narrada de una forma soberbia, en la que la escritora recreó seis décadas después un Madrid teñido de horrores.
El corazón helado (Almudena Grandes, 2007)
Almudena Grandes (1960) es la única entre estos seis escritores nacida en Madrid. Grandes ha escrito novelas contemporáneas de gran éxito, como Las edades de Lulú y Atlas de geografÃa humana. Su obra se centra principalmente en las épocas de la posguerra y la transición (la cual considera un fracaso) y ha sido galardonada con gran cantidad de premios. Ella mismo habla de la influencia en su obra de, entre otros, Benito Pérez Galdós.
Grandes leyó más de doscientos libros sobre la Guerra Civil Española, cuyo resultado fueron las más de novecientas páginas de El corazón helado. Los personajes principales (uno de familia falangista y la otra, republicana y exiliada en Francia) se enfrentan a los fantasmas del conflicto bélico décadas después de su fin, intentando encontrar respuestas y paz. El recorrido de esta obra es el más largo de todos los que hemos creado, puesto que en ella se narran hechos sucedidos en toda la ciudad de Madrid, no sólo la parte más céntrica. Aparecen lugares comunes con otras obras, como el cementerio de La Almudena, pero también se mencionan otros sitios, como los barrios de Salamanca o Tetuán. Esta obra es, por tanto, un relato minucioso de las cicatrices del pasado y la memoria que ha de mantenerse en el presente.