Los apartamentos vacacionales están últimamente en boca de todo el mundo, con sus defensores, y también con sus detractores pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué elegir un apartamento particular en lugar del clásico hotel de toda la vida? Las diferencias son más de las que te imaginas, desde el precio a las prestaciones, pasando por el concepto mismo del viaje.
Este último es quizá el principal signo de distinción de los apartamentos vacacionales: el hecho de que permiten al viajero empaparse mucho más de la cultura local de lo que lo haría pernoctando en cualquiera de los alojamientos turísticos de tipo tradicional. Para empezar, en uno de estos apartamentos se produce un cierto contacto con el propietario, quien en la mayoría de casos ejerce de anfitrión, ofreciendo recomendaciones y consejos sobre qué visitar o cómo moverse por la ciudad. En otros casos se da incluso una convivencia con el propietario, con lo cual el intercambio cultural es mucho más profundo llegándose, en ocasiones, a estrechar auténticos lazos con los huéspedes.
A diferencia de lo que ocurre en un hotel que, con todas las comodidades que ofrece, no deja de ser un reducto independiente de su entorno urbano, en el que los turistas acuden a dormir y a descansar, los apartamentos ofrecen una experiencia diferente. ¿Quién no ha soñado con alojarse en un típico edificio neoyorquino durante su visita a la Gran Manzana?, ¿O en un precioso apartamento abuhardillado para su viaje a París?
Por muchas comodidades que los hoteles pongan a nuestro alcance rara vez consiguen ese plus de autenticidad que cada vez más viajeros buscan a la hora de planificar sus vacaciones. Los apartamentos vacacionales ofrecen, pues, la posibilidad de experimentar una ciudad o un destino tal y como lo imaginamos en nuestros sueños. La buena noticia es que páginas como Wimdu ponen a nuestra disposición miles de apartamentos repartidos por todo el mundo, para que siempre encontremos el que mejor se ajuste a nuestras preferencias.
Descubre qué otras diferencias puedes encontrar entre alojarte en un hotel o en un apartamento de vacaciones. ¡Tú eliges!
¡A la mesa!
En el apartamento…
¿Te gusta cocinar y disfrutar de una buena sobremesa? En un apartamento vacacional tienes la posibilidad de sentarte junto a tus amigos o tu familia a disfrutar de tus propias creaciones culinarias a partir de los productos locales que previamente habéis adquirido en el mercado.
En el hotel…
¿Te encantó la visita al mercado local pero te quedaste con las ganas de comprar algo por no tener dónde prepararlo? La buena noticia es que cuentas con servicio de habitaciones; la mala es que el comer se convertirá en un deporte de riesgo intentando no manchar la colcha de la cama.
Bendita tranquilidad
En el apartamento…
¿Te has ido de vacaciones buscando un poco de tranquilidad y flexibilidad de horarios para hacer lo que te venga en gana sin que nadie te moleste? Entonces lo que buscas es un apartamento. Aquí no vendrá nadie a importunarte en los momentos más inesperados y te sentirás como si estuvieras en tu propia casa.
En el hotel…
¿No odias tener que madrugar estando de vacaciones? Si a ti también te incomoda ver tu espacio invadido por el servicio de habitaciones a horas intempestivas sabrás de qué estamos hablando. No tendrás que preocuparte por la limpieza, pero para dos noches que vas a estar seguramente no te importará demasiado.
Viajando en familia
En el apartamento…
¿Viajas en familia o con amigos? Si es tu caso, un apartamento vacacional es la mejor solución al problema del alojamiento. Compartiréis espacio común con sofás, mesas y sillas, al mismo tiempo que dispondréis de vuestra propia habitación como lugar de privacidad. No hay duda de que ganaréis en comodidad y espacio.
En el hotel…
¿Te molesta el ajetreo en los pasillos de los hoteles? Muchas veces se debe a grupos de amigos o familias que se alojan en diferentes habitaciones, con el consiguiente trasiego que ello implica. El aislamiento que supone alojarse en habitaciones separadas hacen que los hoteles no sean la solución ideal para viajar en grupo.
¡Que corra el aire!
En el apartamento…
¿Te agobian los espacios reducidos? Si además de conocer y disfrutar de los encantos de ese destino turístico que tanto te gusta quieres poder relajarte en las horas de descanso entre caminatas y actividades al aire libre, nada mejor que un apartamento vacacional. Si, además, se da el caso de que viajamos con mascota, siempre es mucho mejor dejarla en una casa que en una minúscula habitación de hotel.
En el hotel…
¿Cuánta importancia le das al descanso? En el hotel te espera una cómoda cama y un televisor con el que evadirte y relajarte, pero ahí acaba todo. Más allá de la cama no hay más espacio físico ni muchas más posibilidades de esparcimiento, con el agobio que puede conllevar para algunos viajeros. Todos sabemos que a la habitación del hotel no vamos solamente a pernoctar, sino que es indispensable para descansar durante el día.
El gastar se va a acabar
En el apartamento…
¿Sabes qué es lo bueno de contar con una cocina en tu alojamiento vacacional? No es sólo el placer de comprar y cocinar uno mismo los productos locales, sino el dinero que ahorraréis en restaurantes. Una gran parte del presupuesto de nuestras vacaciones se va en comer en bares y restaurantes. ¡No dejes que el bolsillo se resiente y disfruta del viaje sin estrecheces!
En el hotel…
¿No te da rabia que el placer de salir a comer o cenar fuera se convierta en una obligación durante tus vacaciones? A todos nos encanta comer en restaurantes. El problema es cuando lo tenemos que hacer forzosamente todos los días por encontrarnos fuera de casa. No hay nada más cómodo que el servicio de restaurante del hotel, ¡pero es una ruina para el bolsillo!
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