San Sebastián y sus bares de Pintxos
No es ningún secreto que San Sebastián, además de ser una de las ciudades más elegantes y exclusivas de España, es también una de las principales capitales gastronómicas de Europa. Sus famosos pintxos, exquisitos bocados que ejercen de perfectos acompañantes de una cerveza o un buen vaso de vino mientras nos desplazamos de un bar a otro, han adquirido fama mundial, con lo que no podemos marcharnos de Donosti sin haber realizado nuestra propia ruta de pintxos por la ciudad.
Podemos encontrar bares de pintxos en cualquier zona de San Sebastián, aunque existen determinados barrios que constituyen auténticos lugares de peregrinación para los amantes del tapeo. Estamos hablando, por supuesto, de la Parte Vieja, Gros o el centro mismo de la ciudad. Cada lugar cuenta con sus establecimientos clásicos, a los que se van sumando otros locales que buscan hacerse un hueco en las listas de los bares más prestigiosos de la capital guipuzcoana.
En este artÃculo queremos recopilar algunas de las rutas más populares para salir de pintxos por San Sebastián, para que en nuestra próxima visita a la ciudad podamos disfrutar de algunos de los bocados más preciados de la escena gastronómica donostiarra.
De pintxos por la Parte Vieja
En ‘Lo Viejo’ encontramos algunos de los establecimientos con más solera de la ciudad, asà que qué mejor opción para disfrutar de la noche que perdernos por sus estrechas calles, las mÃticas 31 de Agosto, FermÃn Kalbetón, Calle del Puerto… Ojo a los siguientes nombres porque nos encontramos ante verdaderos templos gastronómicos:
- La cuchara de San Telmo
31 de Agosto, 28
En La Cuchara de San Telmo encontraremos un par de pintxos inolvidables: por un lado tenemos el risotto cremoso, elaborado con granos de pasta bañados por una crema de queso, y por otro tenemos el foie gras salteado con compota de manzana, el cual se deshace en la boca regalándonos un sabor único. - A Fuego Negro
31 de Agosto, 31
En este local de sugerente nombre podremos optar por la opción ‘degustación’, pudiendo asà disfrutar de varias especialidades diferentes en lugar de limitarnos a sólo un par de tapas. Este bar apuesta fuerte por la innovación, lo que no siempre goza del beneplácito de todo el mundo, pero lo cierto es que algunas de sus creaciones son exquisitas. - Ganbara
San Jerónimo, 19
De Ganbara destacan, como producto estrella indiscutible, las setas, además de la exquisitez de sus hojaldres. Un establecimiento con más de 25 años de excelente cocina a sus espaldas y que sigue deleitando a una clientela cada vez más abundante. - El Tamboril
PescaderÃa, 2
En los aledaños de la emblemática Plaza de la Constitución nos topamos con este local, famoso por sus magnÃficos champiñones. Como curiosidad cabe destacar que este fue uno de los primeros establecimientos en albergar un espacio libre de humos, lo cual acabaron agradeciendo muchos visitantes. Sus especialidades con el bacalao como ingrediente principal son también una verdadera delicia, asà como su famosa gamba a la gabardina. - Txepetxa
PescaderÃa,5
Una vez abandonado El Tamboril, acerquémonos al templo de la anchoa, el Txepetxa, situado a escasos metros del local anterior. En este bendito establecimiento se sirven únicamente pintxos de anchoa pero, ¡qué pintxos! con aceituna negra, crema de centollo… Y ¿qué tal una con huevas de erizo de mar? un bocado sublime que seducirá a todo amante de la comida que se precie, sobre todo a los que se les hace la boca agua sólo con ver una buena anchoa del Cantábrico. - La Mejillonera
Puerto, 15
El encanto de La Mejillonera, además de su enclave en la Parte Vieja, cerca del puerto, reside en su ambiente distendido, la clientela degustando sus excelentes mejillones mientras el suelo de la barra se va llenando de conchas vacÃas y los enérgicos y atentos camareros tocan la campana con la llegada de cada bote.
De pintxos por Gros
Gros es otra de las zonas más recomendables en las que lanzarnos a la caza de unos buenos potes y unos pintxos. Su cercanÃa con Lo Viejo, a apenas un pequeño paseo, hace que podamos combinar ambos barrios una vez llegada la hora de llenar el estómago. Junto a la apacible playa de Zurriola se levanta este tradicional barrio que cuenta con algunos de los establecimientos de mayor reputación de la ciudad.
- Casa Senra
San Francisco, 32
En este tradicional local los productos ibéricos relacionados con el cerdo adquieren una reputación casi sin parangón en la ciudad. Pero no sólo de embutidos vive Casa Senra, sino que de entre su oferta podemos también destacar algunos pintxos de pescado para chuparse los dedos. Sirvan como ejemplo las deliciosas croquetas de almejas o el pintxo de rodaballo. Y por si esto fuera poco, tenemos incluso una muestra de tapa que combina lo más sabroso del mar con la carne de cerdo: la gamba con bacon. ¿A qué esperas para probarla? Casa Senra cuenta también con su propia terraza para las agradables noche de verano. - Bodega Donostiarra
Peña y Goñi, 13
La Bodega (con mayúsculas) es un lugar de gran prestigio en lo que se refiere a la oferta de pintxos en San Sebastián. El mismo nombre del establecimiento ya deja entrever que estamos ante toda una institución en la zona, y lo que podemos encontrar en ella no defraudará nuestras expectativas. El clásico bocadillo goza aquà de un alto predicamento: recomendamos probar el denominado ‘Completo’, con anchoa, bonito y un toque de guindilla, asà como la tapa de pulpo a la brasa. - Bergara
General Artetxe, 8
Los pintxos del Bergara están tan buenos que no son pocos los personajes ilustres, tanto del mundo del deporte como del espectáculo o incluso de la nobleza, que se dejan caer por aquà de vez en cuando a probar el excelente producto que los lÃderes del local, Monty y Esteban ponen a disposición del público. La ‘txalupa’ es uno de los bocados más populares del Bergara; atención a la delicatessen: hojaldre relleno de langostino y setas bañadas en crema y en cava. El risotto con hongos y foie también merece la pena un paseo hasta este bar. - Hidalgo 56
Paseo Colón, 15
El local de Juan Mari Humada deleita al público con sus creaciones a medio camino entre la tradición y la modernidad. De este lugar no podemos dejar pasar uno de los pintxos: el volcán de morcilla con yema de huevo, pasas y manzanas. Sólo con verla esta pequeña creación nos atrae de forma casi irresistible, tanto por su originalidad como por lo sabroso que se adivina en ella. Su degustación no decepciona, y no vemos la hora de volver por Hidalgo 56 a probar otro de estos.
Los mejores pintxos del centro de San Sebastián
Aunque al mencionar el centro de San Sebastián muchos asocian el mismo a la Parte Vieja, nos referimos en este caso al barrio más señorial y distinguido de la capital guipuzcoana. La zona que se encuentra entre la playa de la Concha y el rÃo Urumea. En esta zona, llena de hoteles de máximo lujo, también encontramos bares de pintxos que en nada tienen que envidiar a los más populares de Gros o Lo Viejo.
- Casa Vallés
Reyes Católicos, 10
Los bocados que ofrece Casa Vallés son, eminentemente, de corte tradicional, acordes a un barrio tan señorial como el Centro. De entre la larga lista de opciones de la carta tenemos que destacar la cazuela de pimientos del piquillo, asà como los igualmente mÃticos pimientos rellenos de bacalao. El local cuenta con dos comedores para dar cabida a su concurrida clientela, y su barra es un lugar del que no conviene despegarse. - Mesón MartÃn
Elkano, 7
Este establecimiento, inaugurado hace más de veinte años, goza de una gran reputación en Donosti gracias, sobre todo, a la famosa ‘trainera’, que no es sino la especialidad de la casa: un pequeño chipirón acompañado de una gambita, sobre una base de jamón y bañado en una salsa a la vinagreta. Toda una explosión de sabor que busca repetir todo aquel que se da el lujo de comer en el MartÃn. Pero no sólo este pintxo merece la pena la visita. También podemos probar el delicioso pintxo de bonito con anchoa y mahonesa.
Aún dejándonos (era inevitable) unos cuantos locales de altÃsima calidad, creemos que esta selección servirá para disfrutar a fondo de los espectaculares sabores que San Sebastián ofrece tanto al turista como al donostiarra de pro. Y es que el encanto de salir de pintxos por la capital guipuzcoana es que nos codearemos con la multitud local, en un pasatiempo que, pese a no ser el más barato del mundo, hay que hacer al menos una vez en la vida.