Alquileres y casas de vacaciones Cebú

Cebú es un lugar maravilloso para realizar un viaje lleno de experiencias muy variadas. Al formar parte de un país tropical, los visitantes pueden alojarse en casas y apartamentos al lado de unas playas de arena fina y aguas cristalinas que quitan el hipo. Asimismo, al tratarse de un país barato, un alojamiento básico es perfecto para quienes vayan con un presupuesto ajustado y, además, se pueden conseguir alojamientos de lujo por precios muy bajos para los bolsillos europeos. La provincia de Cebú consiste en 168 islas y Wimdu tiene alojamientos dos de las más importantes. Los principales lugares de interés histórico y cultural están en el centro de la ciudad, en la isla principal, con lo que es un buen lugar para quienes deseen empaparse de historia, pero también tener a mano buenas playas. La isla pequeña ofrece algo más de tranquilidad y sus playas son una maravilla, con lo que esta zona es más indicada para quienes tengan pensado hacer un turismo en el que predominen más bien la arena y el mar.

Es totalmente imposible aburrirse en Cebú. Por un lado, en el centro histórico hay una gran cantidad de lugares de gran interés cultural. Es imprescindible pasear por la calle Colón, ya que es la más antigua de las Filipinas. La famosa Cruz de Magallanes fue colocada por el explorador portugués al servicio de la Corona española en 1521, en el proceso evangelizador que llevaron a cabo durante la colonización. Su enemigo y responsable de acabar con su vida, Lapu-Lapu, se considera un héroe nacional y en Cebú hay una gran estatua en su honor. Debido al éxito evangelizador, también hay muchas iglesias que visitar. Por otro lado, la visita a las playas es absolutamente indispensable. En la provincia de Cebú se puede realizar gran cantidad de actividades deportivas, desde buceo hasta golf. Hay que tener en cuenta que hace muchísimo calor en Cebú, con lo que un buen plan turístico puede ser madrugar para ver la ciudad, pasar las horas de más calor disfrutando de la playa y volver a la ciudad al anochecer.

La gastronomía de Filipinas tiene influencias culinarias tanto del Sureste Asiático como de España, como consecuencia de los tres siglos de colonización. De hecho, hay platos casi idénticos a los nuestros, del estilo de la paella, el cocido y el lechón. También toman la merienda, que se ofrece en muchos bares y cafeterías. Los mejores platos de Cebú son el zubuchon (parecido al lechón castellano), el pollo inasal (servido en hoja de plátano), el danggit (pescado seco), el chicharrón, el mango seco, el otap (galletas con azúcar espolvoreada) y el chorizo. Los postres más destacados son el mazareal, un dulce de cacahuetes y azúcar envueltos en papel, y los rosquillos, que, como su propio nombre indica, son parecidos a nuestras rosquillas. Además, hay que probar la comida callejera en alguno de los denominados “Larsian BBQ”, una especie de patios con puestecillos de comida a precios muy bajos.

Muchos de los visitantes de Cebú llegarán por aire. El aeropuerto internacional de Mactan-Cebu está en la isla pegada a la principal, a 40 minutos en coche o taxi del centro y a una hora y media en transporte público. Sin embargo, dependerá de donde se encuentre el alojamiento, ya que Wimdu ofrece casas y apartamentos bastante cerca del aeropuerto. Manila, la capital de Filipinas, se encuentra a 850 kilómetros, con lo que lo más conveniente no es ir en coche o autobús de una ciudad a otra, sino utilizar el avión, y normalmente se pueden encontrar vuelos extremadamente baratos. El transporte en la ciudad (y en el país en general) no está especialmente elaborado, debido sobre todo a las dificultades geográficas. El transporte más común, que es un símbolo del país, son los jeepneys, unos pequeños autobuses omnipresentes y muy baratos. También hay taxis y mototaxis.