Alquileres y casas de vacaciones en Copenhague

Copenhague cuenta en su interior con varios distritos, todos ellos de gran belleza. Indre By es el centro histórico medieval y, además de estar muy bien localizado, es una zona ideal para descubrirla paseando. Vesterbro, por su parte, es el antiguo barrio rojo de la capital danesa, evolucionado hasta convertirse en nuestros días en uno de los distritos más cotizados por la juventud local. En él encontraremos multitud de bares, estudios de diseño y restaurantes de moda. Christianshavn, al igual que Vesterbro, también se encuentra a escasa distancia del centro, y es un distrito que alberga por lo general a familias y jóvenes trabajadores. Situado no lejos del puerto de la ciudad, Christianshavn tiene un aire portuario, en parte también debido a los canales que lo atraviesan. Quizá el mejor lugar para alojarse acompañado de niños sea Østerbro, por estar rodeado de parques y zonas verdes, además de estar cerca de la mítica estatua de La Sirenita.

Situada en un estrecho, Copenhague puede dar la impresión de ser una ciudad pequeña, pero cuenta con incontables calles y rincones por los que perderse. Date un paseo o apúntate a una visita guiada por el barrio de Indre By, rodeado de bellos lagos, una zona por la que da gusto pasear gracias a que sus calles están muy bien adaptadas a los peatones. Durante el trayecto podremos, además, admirar importantes iglesias y monumentos. La nueva y la vieja Dinamarca están aquí representadas, con el Palacio de Amalienborg, sede de la familia real danesa desde finales del siglo XVIII, así como con el Centro Danés de Diseño, toda una muestra del arte moderno nacional. Para degustar un buen café, o incluso cerveza artesanal de la mayor calidad, deberíamos acercarnos a Christianshavn, donde podremos disfrutar de estos pequeños placeres cerca del mar. Para los amantes de los parques se recomienda una visita a los míticos jardines del Tivoli, incluso de noche, para admirar su mágica iluminación.

Ya antes incluso de que el célebre Noma fuera nombrado ‘mejor restaurante del mundo’, Copenhague ya era una ciudad de referencia para los amantes de la buena cocina. Los chefs locales suelen decantarse por el producto orgánico y, a pesar de la reputación de precios altos que acompaña a la ciudad, lo cierto es que aquí encontraremos restaurantes al alcance de cualquier bolsillo. Los locales más exclusivos suelen ofrecer una fusión de la gastronomía de los países nórdicos con sabores más innovadores y exóticos. Para picar algo a buen precio, lo más recomendable sería acercarnos a un pølsevogne o puesto callejero de comida para probar un delicioso perrito caliente danés. La ciudad tiene una merecida fama de albergar muchos cafés, en los que podemos pedir, entre otras cosas, un típico smørrebrød, que es un tipo de sandwich especialmente apreciado en invierno. Al caer la noche, lo mejor es acudir a una de las muchas tabernas a degustar una buena cerveza.

El aeropuerto de Kastrup, el más grande de toda Escandinavia, se encuentra al sur de la Copenhague. El metro funciona día y noche y comunica el aeropuerto con el centro de la ciudad en apenas 15 minutos. El tren es otra opción a tener en cuenta, el cual comunica, además, con otras muchas ciudades como Ámsterdam, Colonia o Praga. A la hora de movernos para la ciudad, uno de los medios de transporte más recomendables es la bicicleta, cuyo uso está muy extendido entre la población local, hasta el punto que existen más bicicletas que habitantes. En el centro de la ciudad está todo bastante a mano, con lo que el servicio de transportes públicos nos llevará a cualquier sitio en unos pocos minutos. En el puerto atracan con frecuencia los grandes ferrys que conectan la capital de Dinamarca con ciudades de Suecia y Noruega, entre otras.