Apartamentos y Alojamiento con Niños en Nueva York

Antes de instalarnos en Nueva York debemos conocer, aunque sea muy por encima, las diferentes zonas que encontramos en ella, ya que hablamos de una ciudad de una enorme extensión. Manhattan es el centro, que forma toda una isla de forma alargada, incluyendo algunos de los lugares más emblemáticos. Los niños disfrutarán aquí de un espacio verde enorme, el Central Park, y quedarán embelesados con la altura de los edificios. Brooklyn, por su parte, al otro lado del río atravesando el gigantesco puente al que da nombre, cuenta con algunos barrios más familiares de lo que pueden resultar los de Manhattan, en ocasiones demasiado caóticos. Otros barrios, como Queens o el Bronx también cuentan con zonas adecuadas para familias. En cualquier caso, lo ajetreado de Manhattan y las zonas del centro también albergan muchos apartamentos en los que nos sentiremos como en casa acompañados de los más pequeños.

Las opciones de ocio y entretenimiento para niños en Nueva York son enormes, desde enormes jugueterías hasta interminables parques que se convierten en auténticos bosques. Una actividad que resulta entretenida e informativa, tanto para niños como adultos es la de subirnos a uno de los muchos autobuses turísticos que recorren la Gran Manzana con el techo descubierto y con la ayuda simultánea de un guía. Dada la gran extensión de la ciudad, esta puede ser una forma interesante de conocer Nueva York sin tener que recurrir a largos trayectos en metro, al menos para los primeros días de visita, ya que nos ayudará a formarnos una idea de la geografía neoyorquina. En Brooklyn encontramos precisamente el Museo de los Niños, de visita obligada para los viajamos en familia. A lo largo de la interminable avenida que es Broadway se representan numerosos musicales de los que gustan mucho a los más pequeños de la casa.

¿Has estado alguna vez en un restaurante para niños? Quizá no estés demasiado familiarizado con el concepto pero lo cierto es que es un negocio en alza en muchas grandes ciudades. En Nueva York existe un buen puñado de restaurantes que tienen el foco en el público infantil. No se trata solamente de los típicos locales en los que se celebran fiestas de cumpleaños (que también), sino que son establecimientos que cuentan con una carta especialmente dedicada a los niños. Algunos ejemplos de estos lugares a los que podréis acudir en familia son el Ninja Cafe, en la calle Hudson, ambientado en un templo japonés de la antigüedad o el Alice’s Tea Cup, que recrea el mágico e inolvidable universo de Alicia en el País de las Maravillas. Por otro lado, siempre podemos ir con los niños a cualquiera de los desenfadados restaurantes y hamburgueserías neoyorquinos a los que suele acudir la gente en grupo. La cadena TGI’s Fridays, sin ir más lejos, ofrece comida americana al gusto de mayores y pequeños.

Una de las mejores formas para empezar a tomar contacto con el callejero de Nueva York es, como hemos dicho, la de subirnos a uno de los cientos autobuses turísticos que recorren de punta a punta, y cruzando de un lado a otro de la isla de Manhattan, la ciudad. Seguro que a los niños les vuelve loco este trayecto que, además de estar amenizado por los interesantes comentarios de un guía turístico en el idioma que elijamos, nos permitirá comenzar a percibir el ambiente urbano de las calles de Nueva York. El metro es aquí el medio de transporte más ágil y eficiente que encontraremos para desplazarnos por la gran urbe. Tiene el inconveniente de que no podremos disfrutar de las vistas mientras viajamos pero nos ahorrará un montón de tiempo si lo que queremos es, simplemente, trasladarnos de una punta a la otra. Si viajar en metro con niños nos supone un poco incómodo siempre tenemos la posibilidad de subirnos a uno de los miles taxis amarillos que recorren Nueva York y que tantas veces hemos visto en las películas.