Alquileres y casas de vacaciones Zadar

El eje que articula toda Zadar es su casco antiguo. Se encuentra separado del resto de la ciudad en una península rodeada por antiguas murallas venecianas. Visitarlo es como viajar en el tiempo: ruinas romanas, puertas y murallas medievales y edificios e instalaciones de vanguardia como el “Saludo al Sol” y el “Órgano del Mar”. La ciudad se extiende a lo largo de la costa adriática, intercalando playas de piedra y de arena; las más famosas son las de Borik, Kolovare y Sjever. La playa de Borik, en la cual se suceden arena y piedras, está a poco más de 4 kilómetros del centro y es especialmente popular entre las familias con niños. Al oeste de Borik se encuentra el distrito de Diklo, con la playa de Sjever. En ella hay superficies de cemento en las que tumbarse a tomar el sol. Kolovare, por su parte, se encuentra al este del casco viejo y, al igual que las otras playas de Zadar, cuenta con numerosos locales de ocio en los que comer, tomar una cerveza o realizar compras, además de numerosos apartamentos a pie de playa.

Zadar, con sus cerca de 80.000 habitantes, tiene el tamaño perfecto para unas vacaciones en las que se combinen sol y playa, naturaleza y cultura. El casco antiguo es, por decirlo así, un auténtico museo al aire libre y además de impresionantes edificios históricos cuenta con numerosos museos, como el arqueológico, el del vidrio o el dedicado a las ilusiones ópticas. Otro encanto de esta zona son las instalaciones del famoso arquitecto Nikola Basic, el “Órgano del Mar” y el “Saludo al Sol”, dos obras que combinan la naturaleza y la mano del hombre en perfecta armonía. Además de sus numerosas playas, bañadas por cerca de 3.000 horas de sol al año, Zadar está rodeada por naturaleza. Sus numerosísimos parques naturales y nacionales y la presencia de infinidad de islas frente a sus costas hacen de Zadar un destino ideal para el turismo activo: desde senderismo o escalada a submarinismo. Una visita muy recomendable para los amantes de la naturaleza es visitar el Parque Nacional de Paklenica, a apenas 50 kilómetros de la ciudad y con maravillosas formaciones geológicas como grutas, cuevas y acantilados.

En Zadar, el primer café y tertulia de la mañana tiene lugar en las llamadas Kavanas, unas cafeterías tradicionales en toda Dalmacia. Más adelante en la mañana, se toma un desayuno fuerte (Marenda) consistente en jamón de Dalmacia, carne asada servida fría, queso de oveja, sardinas marinadas, aceitunas negras y, si se puede, un vasito de vino rebajado con agua. Otro clásico, como ocurre en todo el Mediterráneo, es el espresso, aquí llamado Kava. La comida principal, o Konobas, sorprende por su variedad: pescados locales, risotto negro de calamar, sardinas a la brasa o el Skampi Buzara, preparado con gambas sobre una reducción de vino, tomate y otras verduras. Los visitantes no deben asustarse por los precios, que se indican en kilos para dar una idea del precio por ración individual. También la variedad en carnes es amplia en Dalmacia: cordero, cerdo, ternera… Sobre todo las carnes preparadas al horno de carbón servidas con guarniciones como acelgas con ajo, patatas hervidas o el típico arroz Djuveč son muy populares entre los lugareños.

El norte de Dalmacia está muy bien comunicado con sus países vecinos mediante una red de transporte densa y cómoda. La llegada a Zadar se suele efectuar por avión, si bien cada día llegan más turistas en tren o autobús. El aeropuerto de Zadar está a apenas 10 minutos en coche de la ciudad y ofrece buenas conexiones gracias a la implantación de las compañías aéreas de bajo coste. Desde el aeropuerto hay un autobús que en 20 minutos comunica la terminal internacional con la estación de bus, primero, para continuar hacia la ciudad histórica. El ferrocarril, operado por la compañía HZPP, es también una buena alternativa para conocer otras ciudades cercanas como Split, una preciosa ciudad histórica a sólo 100 kilómetros de Zadar (el trayecto dura unas 2 horas). La estación central de tren se encuentra unida a la de autobús y ambas disponen de buenas conexiones con el transporte urbano. Por último, desde el puerto de Zadar parten numerosos ferris a las islas del Adriático y a Ancona, en Italia.